Con la imposición de cenizas comenzamos el tiempo litúrgico de Cuaresma.

Resuena la llamada a la conversión del profeta Joel: «Tocad la trompeta de Sion, proclamad un ayuno santo, convocad a la asamblea, reunid a la gente, santificad a la comunidad, llamad a los ancianos; congregad a los muchachos y a los niños de pecho; salga el espeso de la alcoba y la esposa del tálamo. Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, servidores del Señor, y digan: ‘ten compasión de tu pueblo, Señor; no entregues tu heredad al oprobio ni a las burlas de los pueblos`».

Parroquia San Antonio de Padua