El próximo día 19 de febrero comenzamos un nuevo ciclo de catequesis preparatoria para recibir el sacramento de la confirmación.
El número 879 del Código de Derecho Canónico dice: «El sacramento de la confirmación, que imprime carácter y por el que los bautizados, avanzando por el camino de la iniciación cristiana, quedan enriquecidos con el don del Espíritu Santo y vinculados más perfectamente a la Iglesia, los fortalece y obliga con mayor fuerza a que, de palabra y obra, sean testigos de Cristo y propaguen y defiendan la fe.»
Asimismo, en el Catecismo de la Iglesia Católica, nos dice en el número 1303: «Por este hecho, la Confirmación confiere crecimiento y profundidad a la gracia bautismal:
— nos introduce más profundamente en la filiación divina que nos hace decir «Abbá, Padre» (Rm 8,15).;
— nos une más firmemente a Cristo;
— aumenta en nosotros los dones del Espíritu Santo;
— hace más perfecto nuestro vínculo con la Iglesia (cf LG 11);
— nos concede una fuerza especial del Espíritu Santo para difundir y defender la fe mediante la palabra y las obras como verdaderos testigos de Cristo, para confesar valientemente el nombre de Cristo y para no sentir jamás vergüenza de la cruz.

Para recibir este sacramento, y completar la iniciación cristiana, se precisa, tan solo, estar bautizado, y como podemos leer en el número 1306 del Catecismo de la Iglesia Católica: «Todo bautizado, aún no confirmado, puede y debe recibir el sacramento de la Confirmación (cf CIC can. 889, 1). Puesto que Bautismo, Confirmación y Eucaristía forman una unidad, de ahí se sigue que «los fieles tienen la obligación de recibir este sacramento en tiempo oportuno» (CIC, can. 890), porque sin la Confirmación y la Eucaristía, el sacramento del Bautismo es ciertamente válido y eficaz, pero la iniciación cristiana queda incompleta.»

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Parroquia San Antonio de Padua